No voy a mentirles, quien les escribe esta reseña tiene un amor muy apegado a esta saga, hablo de una de las mejores sagas de todo los tiempos “Castlevania”, pero mi pasión en la famosa franquicia abarca no solo los títulos bajo la etiqueta “Metroidvania”, apodo adquirido tras el lanzamiento del mejor título de la saga “Symphony of the night”; mi pasión se basa en todos los títulos, desde los más clásicos como “Castlevania” Castlevania 3” y el memorable “Castlevania Rondo of Blood” de PC Engine, llegando hasta sus últimas entregas en PS3 y Xbox 360 tituladas “Lords of Shadow”
Sin embargo, este prólogo tiene una doble intención, y es que “Castlevania Dominus Collection” toca muy en lo profundo de mi corazón como fan de Castlevania, ya que los juegos de la que esta colección está compuesta son parte de mi juventud y días de pura felicidad, magia que logró el gran “Koji Igarashi” director de los tres juegos bases de “Castlevania Dominus Collection” ellos son “Castlevania Dawn of Sorrow” “Castlevania Portrait of Ruin” y como broche de oro “Castlevania Order of Ecclesia” tres metroidvanias con caras distintas, con facetas únicas, y originales, de tal modo que todos llegan a un 9, ninguno de ellos se queda sin su pedazo de gloria, los dos primeros juegos “Dawn of Sorrow” y “Portrait of Ruin” fue la razón principal por la cual compré la Nintendo DS y aún recuerdo el “hype” que tuve cuando se anunció “Order of Ecclesia”, todo esto revivido gracias a Konami Global y Konami Latam fue una locura para mí, al fin podemos decir que estos tres juegos salieron oficialmente de la “portabilidad” de la Nintendo DS a la pantalla grande como debe ser.
Desarrollo:
Como bien comenté la colección se traduce en los tres juegos de Castlevania de DS, esto incluye todas sus versiones salidas al mercado, comprendiendo por parte de “Dawn of Sorrow” la versión de Usa, europea y japonesa, lo mismo pasa con “Portrait of Ruin”, sin embargo “Order of Eclessia” se completa de forma diferente agregando a las versiones ya mencionadas la versión Coreana.
Después tendremos varias sorpresas, vamos de a poco; de cada juego tendremos las ilustraciones y libros de arte, la banda sonora que son de las mejores de toda la saga Castlevania, compuestas por la talentosísima “Michuru Yamane” y además un bonus track increíble, el arcade del recordado juego “Haunted Castle” en su versión original y remasterizada, esta nueva versión del clásico, mejora ampliamente todo el olvidado juego de recreativas, y basta con ver los retoques gráficos para darnos cuenta de que Konami sabe hacer remakes y muy bien.
¿Pero que hay de los tres juegos y sus ports? Vamos a ello.
Los tres juegos fueron adaptados de forma perfecta a las pantallas de hoy en día y no solo eso, como si esto fuera poco tendremos diferentes opciones de visualización y además de eso, lo hermoso, de 10 archivos de guardado para guardar el juego donde queramos sin tener que depender de los checkpoints o salas de guardado de cada título.
Repasemos juntos la historia de cada juego; en Dawn of Sorrow reencarnamos en Soma Cruz un joven destinado a ser la encarnación del mismo Drácula en el año 2036, este juego es la continuación directa del juego “Aria of Sorrow” estrenado en Gameboy Advance, Soma junto a sus amigos, Julius Belmont de la familia cazadores de vampiros de la saga, Yoko Belnades y Genya Arikado un extraño agente, trataran de impedir los planes de Celia una líder de un culto con indicios de revivir al señor oscuro. La jugabilidad de Dawn of Sorrow es muy parecida a la de su antecesor, Soma ira matando enemigos y absorbiendo sus almas, lo que le brindará el poder del enemigo aniquilado, asi ira juntando diferentes habilidades.
Un punto a parte es que el port de “Dawn of Sorrow” era el que más intrigaba ya que tiene un sistema de sello o símbolos que debemos seguir para aniquilar a los jefes, esto lo lográbamos gracias al stylus y a la pantalla táctil de la DS, sin embargo aquí bastará con seguir unas secuencias de botones, ¿Y saben qué? Me resulta más cómodo en la PS5 que en el original.
Portrait of Ruin tiene como protagonista a dos personajes Jonatan Morris hijo de John Morris, uno de los protagonistas del único Castlevania de Sega Genesis “Castlevania Bloodlines” y a Charlotte Belnades, desdiente de Syphia Belnades de Castlevania 3. Aquí, aunque el juego se juegue de a un jugador tendremos que realizar tareas en conjunto, y pelear a la par con nuestro compañero si queremos vencer, Charlotte es maga y Jonatan usa el Vampire Killer, legado de su padre y los Belmont. Se destaca que ambos títulos fueron criticados sin razón alguna por tener, según varios críticos una estética “infantil” por ser estilo anime, gracias a esto los directores tomaron otras riendas en último juego de la colección “Order of Eclessia” el más oscuro de todo.
El planteamiento que ofrece “Order of Eclessia” es excelente, el juego es el siguiente al galardonado “Symphony of the Night” canónicamente hablando, los Belmont están desaparecidos, y nadie puede enfrentar a Drácula, sin embargo una organización de magos controlados por la iglesia toma las riendas en la batalla, esta organización es “Eclessia”. Shanoa nuestra protagonista es una discípula de la organización y domina los “Glifos” que son armas de diferentes enemigos, si tenemos suerte podremos ir recogiendo diferentes glifos que dejan los enemigos, como lo eran las almas en “Dawn of Sorrow”, podremos combinar los glifos de diferentes formas, además el juego esta empapado de una fragancia de muchos juegos anticuados de la franquicia, como “Castlevania 2 Simon Quest” juego innovador para NES pero que por falta de tecnología no supo ofrecer nada.
En “Order of Eclessia” esto se aprovecha muy bien, y es que es el primer Castlevania que se divide en varios mapas en la primera mitad del juego, y culmina en el castillo de Drácula.
Conclusión:
“Castlevania Dominus Collection” es el mejor recopilatorio que he jugado, muchos colegas han favorecido a otras sagas y empresas preferidas “quizás” por demás, hoy llegó mi turno…
Nota: 10. Obra Maestra
Redacción: Joel Aguilozi.
Agradecemos a Konami Latam y Global por hacer posible la reseña.